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La variante Delta sigue hasta 19 días en cuerpo; vacunas sí protegen contra mutación

Todos los virus buscan ingresar a un organismo, para multiplicarse y así sobrevivir. Durante ese proceso mutan, con el objetivo de ‘engañar’ al sistema inmunitario o a las defensas, que le cierran el paso.

Por ejemplo, el SARS-CoV-2, causante de la enfermedad covid-19, ha tenido varias mutaciones, en especial, en la proteína ‘S’ o espiga. Es una parte del virus que se une a la célula.

El genetista César Paz y Miño explica que actúan como una cerradura y su llave. Así, si la persona cambia de cerrojo por protección; el virus que desea entrar, busca opciones.

Entre ellas variar la forma de la llave, su tamaño e, incluso, disfrazarse para ingresar y pasar desapercibido. “El virus pone en marcha cambios para evadir al sistema inmune”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) identificó 11 variantes que pueden afectar la salud pública global.
Siete son consideradas de ‘interés’, ya que causan contagio comunitario. Las cuatro restantes están catalogadas como de ‘preocupación’, debido a su mayor transmisibilidad y aumento de virulencia.

En Ecuador circulan tres de cuatro de ‘preocupación mundial’: Alpha (Reino Unido), Gamma (Brasil) y Delta (India).

Esta última empezó a circular en El Oro y Guayas. Se reportan 10 casos; los síntomas comenzaron a inicios de junio. El 11 de julio se confirmó el resultado. Cinco de ellos fallecieron, dijo el Ministerio de Salud, por enfermedades crónicas, como insuficiencia renal.

La mutación Delta y su compañera, la subvariante Delta Plus, son diferentes a sus antecesoras. Se muestran entre 40 y 80% más transmisibles que la ‘londinense’ y 50% más que la original de Wuhan (China).

Además -explica Paz y Miño- causan síntomas distintos, como tos, dolor de cabeza y de garganta y secreción nasal abundante. “Con otras variantes lo común era falta de olfato y gusto, especialmente”.

Paola Dalgo, docente investigadora de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), coincide con su par. Cuenta que esta mutación ha presentado otra diferencia preocupante: permanece más tiempo dentro del organismo.
Con la Alpha, el virus se queda entre 11 y 12 días y con la Delta llega a 19 días; la persona se mantiene infecciosa más tiempo. Con las otras puede contagiar a una o dos más. Pero con la Delta, a cinco o seis.

En el laboratorio de la UTPL se han analizado 140 muestras de enero a la fecha, en El Oro, Loja y Zamora. En 45 de ellas -anota- han encontrado variantes simples. Además, se detectó la mutación de Brasil y Reino Unido. “No se han reportado más casos de la primera. El motivo -cree- es que la vacunación se aceleró”.

Para Catalina Yépez, epidemióloga y salubrista, la inmunización es esencial. Alerta: quienes están parcialmente inoculados (una dosis) y los que no han accedido a las fórmulas son más vulnerables.
“Todas las vacunas sirven para reducir los síntomas graves o severos de la enfermedad, incluso, con la presencia de esta variante”.

Ella recuerda que si no se usa mascarilla o no se la coloca correctamente, en un espacio cerrado, se puede contagiar o contagiarse, por medio de la expulsión de los aerosoles (pequeñas gotas de saliva).

En solo 30 segundos, alguien sin protección puede transmitir el virus a otros. Según varios estudios, destaca la Directora de Políticas Públicas de la Secretaría de Salud de Quito, las gotas infectadas con cualquier variante permanecen suspendidas hasta tres horas y recorren hasta ocho metros de distancia. Por ello es necesario el uso correcto de cubrebocas.

La ministra de Salud Pública, Ximena Garzón, confirmó la noche del lunes, 19 de julio del 2021, que 30 personas dieron positivo para la variante Delta. En Quito hay ocho personas en cerco epidemiológico. También hay tres casos sospechosos en Azuay y dos en Azogues. Además, hay siete fallecidos por la variante de coronavirus en El Oro.

El vicepresidente Alfredo Borrero fue cauto. Ayer 19 de julio, sobre la circulación de la Delta en otras ciudades, dijo: “estamos con sospecha clínica, como esos pacientes sin confirmación a través de estudios, pero que aislamos”.

El epidemiólogo Alberto Narváez critica la falta la vigilancia genómica (secuenciación). Recuerda que esos resultados demoran más de cinco días, por lo que pide hacer análisis de casos sospechosos en hospitales o de personas que murieron pese a la vacunación. “Así podemos prever si la Delta ya está circulando en más localidades del país”.

La noticia de la presencia de la Delta en Ecuador causó temor en Sandra Paspuel, de 34 años, madre de Valentina, de 10. Iba a enviarla a un curso de verano. Desistió porque los niños no están protegidos.

Fuente: https://bit.ly/3eW6pd5

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